El suelo pélvico se compone de diversos músculos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior y estos músculos se deben de estirar lo suficiente para que el bebé salga al exterior en el parto.
Por ello, el suelo pélvico debe de ser lo más flexible y elástico posible y así evitar desgarros y posibles dolores y patologías, como estreñimiento, incontinencia urinaria o disfunciones sexuales. Para trabajar la elasticidad del suelo pélvico utilizamos técnicas de masaje perineal, estiramiento y movilidad de pelvis.
Se realiza una vez a la semana desde la semana 32 o dos veces a la semana desde la semana 35.