Los cambios posturales que se dan durante el embarazo debido a la impregnación hormonal y los cambios físicos y biomecánicos, pueden provocar patologías y dolores de forma frecuente.
Es habitual que, conforme avance el embarazo, aparezcan cervicalgias, cervicobraquialgias (parestesias, hormigueos y edemas de miembros superiores), dorsalgias, dolor costal e intercostal, lumbalgia o lumbociáticas, dolor en sacroilíacas, calambres en gemelos o edemas de miembros inferiores. Y estos síntomas pueden acentuarse en el último trimestre del embarazo, cuando el crecimiento del útero y la impregnación hormonal es mayor.